20 años on the road

Alcanzados los 20.000 pies de altura, me pido un Matusalem "on the rocks", abro mi MacBook y comienzo una jornada más. 

Lo primero que veo es un recordatorio para escribir un nuevo post para nuestro Blog. “Ups casi olvido la fecha”, hoy es 23 de Octubre y se cumplen 18 años de la presentación al mundo del iPod (seguro que lo estás googleando) y quizá más importante para mi, se cumplen 20 años desde que monté el primer servidor 486 con mi hermano en el garaje de nuestros padres. 

Me piden sobre todo brevedad, quizá una de las cosas más difíciles que alguien puede pedirme. Pero además es difícil ser breve para resumir dos décadas de la vida de Interactivos que nos han llevado a través de muchos proyectos. Todos ellos diferentes y retadores a visitar cientos de ciudades en todo el mundo, a conocer miles de personas, participar en una innumerable cantidad de congresos y eventos, disfrutar de comidas, cenas y unas cuantas botellas de vino, que nos regalaron alguna que otra resaca, junto a un par de libros de anécdotas con socios, clientes y todo el equipo que ha formado parte en algún momento de esta aventura. 

Algo en común a todo ello es la pasión y la ilusión con la que todavía disfrutamos de lo que hacemos para continuar reinventándonos cada día con nuevos productos y servicios en un proceso constante de mejora. Porque creemos firmemente que el objetivo de una empresa debe ser ayudar a otras empresas y personas a mejorar su vida y todo ello alineado con nuestros valores con el fin último de mejorar un poquito este planeta a través de la tecnología. 

"Regrets, I have a few” como decía Franky, pero muy poquitos y nada especial que mencionar. El haber podido dedicar tantos años a lo que me gusta con gente sensacional ha hecho que todo haya pasado muy pero que muy rápido. Sin duda, mirando por el retrovisor te das cuenta que vivir focalizado haciendo algo que te gusta de verdad es uno de los mejores caminos para ser feliz.

Y ahora que las nieves del tiempo platearon mi sien llega el turno de los agradecimientos. Si algo somos en esta vida es la suma de nuestras vivencias, y aquí es dónde no me cansaré nunca de dar las gracias a toda la familia y amigos, clientes y proveedores, a nuestros socios y a todas las personas que integran nuestro equipo, por haber sido siempre un apoyo para superar todos y cada uno de los desafíos que se nos han presentado. Aunque muchos lo ignoréis, todos y cada uno habéis sido parte fundamental en más de una ocasión, y de mil formas diferentes, del reto que supone haber cumplido 20 años como empresa, muchos sois mi inspiración y los que me ayudáis a continuar creciendo cada día más y más.

No caeré en los típicos tópicos de promesas sobre un futuro incierto, además no me gusta pensar en el futuro porque llega muy rápido, por lo que me quedaré con algo mucho más pragmático que es la ilusión intacta por seguir llenando de vida cada instante que compartimos en cualquier ciudad del mundo.

Por favor sería tan amable de traerme otro Matusalem, que todavía nos quedan muchas horas de vuelo.